ECONOMÍA VERDE QUE TE QUIERO VERDE…¿VERDE DÓLAR?

 

ECONOMÍA VERDE QUE TE QUIERO VERDE…¿VERDE DÓLAR?

Iciar Echebarria

En 1992, la OMS introduce “la armonía con el medio ambiente” en su definición de Salud. Tal y como he comentado en el  post anterior, la salud condiciona el progreso y desarrollo del país, de modo que podríamos concluir que ambos términos (medio ambiente y progreso) están estrechamente interrelacionados. 

Pero necesitamos respuestas. Respuestas a los nuevos desafíos emergentes que han surgido en las últimas décadas. Cambio climático, pérdida de diversidad biológica, agotamiento de la capa de ozono… Las cuestiones de medio ambiente tienen una dimensión global. Por lo que hay que dar respuestas globales. Cada país debe olvidar su soberanía e intereses por un momento y centrarse en garantizar un destino común más ecológico para el planeta en su conjunto. 

Una de las propuestas a debate es la economía verde o ecológica, lanzada a finales de 2008 por las Naciones Unidas y su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA), defendida sobre todo por los países desarrollados. Para resumir, digamos que la economía verde es una ciencia que gestiona el desarrollo económico sostenible estudiando las relaciones entre economía y entorno natural. En principio todo suena correcto.

Defienden también que gracias a la economía ecológica se crea empleo en actividades “verdes” lo que contribuye al desarrollo económico y social de los países. Es pronto para evaluar resultados de la economía verde pero nadie sabe muy bien aún a qué se refiere este tipo de economía. Se presenta como un concepto ambiguo y sin metas concretas y viables. 

En este link podemos ver un mapa interactivo donde figuran diferentes ejemplos de políticas e iniciativas de economía verde en todo el mundo.

Pero no todo el mundo ve la economía verde con tan buenos ojos. Los países en desarrollo sobre todo, son reacios a estas políticas ya que consideran que promueve el mismo modelo capitalista que, preocupándose por las ganancias y no tanto por los recursos naturales y humanos, explota el planeta hasta sus límites. Aseguran que la economía verde es solo una máscara, una trampa del mismo sistema que solo cuida lo que tiene precio y mercantiliza la tierra.

Estas visiones apuestan más por otro tipo de soluciones como una reforma agraria que redistribuya la tierra evitando el acaparamiento y la especulación de tierras por parte de grandes empresas, la agroecología y la soberanía alimentaria. 

De modo que surge la reflexión: ¿la economía verde es solución o hay que transformar íntegramente el modelo productivo actual?

Si las pautas de consumo de los países ricos de la OCDE se extendieran a toda la población mundial, necesitaríamos varios planetas para soportarlo.

A mi modo de ver, eso no encuentra solución en la economía ecológica. Nuestro patrón de consumo (y digo “nuestro”) es insostenible. Los bienes naturales tienen un valor en sí mismos a parte del precio que les pone el mercado. Son nuestras raíces, nuestra razón de ser y creo que a muchos se les olvida a quién deben su existencia. 

Porque queridos lectores, recordemos que el ser humano vive primeramente del aire y del agua que nos proporciona el planeta, no de billetes verdes de papel.

Acerca de UN Etxea

UN Etxea - Asociación del País Vasco para la UNESCO es una asociación sin ánimo de lucro (ONG) creada en 1991 para promocionar en el ámbito vasco los principios y programas de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
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38 respuestas a ECONOMÍA VERDE QUE TE QUIERO VERDE…¿VERDE DÓLAR?

  1. laura dijo:

    Una reflexión que siempre me viene a la cabeza cuando hablamos de economía verde es qué consideramos «desarrollo económico sostenible». Para los países desarrollados que ya cuentan con un nivel de vida considerable y que son los que hasta la fecha han contribuido más a la degradación del planeta resulta cómodo establecer que se debe crear empleo en actividades “verdes” .
    Me pregunto si los países menos desarrollados comparten la idea de que pueden conseguir un desarrollo económico y social cercano al de los países desarrollados(al que en mucho casos aspiran) aplicando los principios de la ecomía verde (no aplicada hasta el momento). ¿Deben entonces revisar sus objetivos de desarrollo? y los paises desarrollados ¿van a renunciar a lo que ya tienen ?

    • María Puente dijo:

      Estoy de acuerdo. Es fácil desde nuestro mundo confortable, logrado en parte a fuerza de destruir y contaminar, decir ahora que no, que países en pleno desarrollismo mantengan la naturaleza intacta. Que Brasil, que el Amazonas es el pulmón del mundo. Que no nos lo toquen, por favor, que ‘nosotros’ queremos que siga tal y como es. Y dirán ellos, ¡pues haber dejado vuestras costas tal cual eran! En los 70 y 80 poco os importaron vuestros ‘pulmones’, edificando sin parar moles horrendas al borde del mar.

  2. María Puente dijo:

    Ojalá la cumbre de Río arroje algunas ideas claras sobre la economía verde y Iciar con otro post nos las explique. A priori suena bien la economía verde. Respeto al medio ambiente. Está claro que eso es bueno pero no es tan fácil saber qué acciones son las que conducen a ello. A mí me cuesta. Hay cosas evidentes como que tirar porquerías contaminantes a ríos y mares está mal. Caca. Vale, estamos de acuerdo. Hasta ahí todo claro. Pero cuando entramos en los modelos de agricultura, ganadería, sistemas de producción, ahí ya no hay quién se aclare. Yo creía que la soja era saludable y ecológica, pero hete aquí que me entero de que los cultivos masivos de soja están deforestando el Amazonas. El maíz transgénico, por ejemplo, u otros cultivos modificados genéticamente, hay quien lo presenta como una solución a las hambrunas del mundo. Escuchas a un científico partidario y tiene sentido. Sin embargo, después escuchas otras voces y te enteras de que no es sino una forma de ejercer el control de la alimentación mundial por empresas multinacionales. El talado de árboles disminuirá con los iPads, e-readers y dispositivos similares. Pero enseguida nos advertirán del alto riesgo contaminante de alguno o varios componentes integrados en los tablets y similares. A ver en qué queda todo esto de la economía verde. Está claro que el ser humano causa un impacto medioambiental desde el momento en que respira. Estoy de acuerdo en que los acuerdos en materia de medio ambiente deben ser globales, aunque me consuelo pensando que desde hace un par de semanas este ser humano, de forma local, ha reducido un poquito su impacto en el mundo. En concreto desde que me enteré, gracias a una campaña del ayuntamiento de Bilbao, que el papel de alumnio va al contenedor amarillo. ¡Viva el bocata sostenible!

    • Ivan dijo:

      jajajaja, me encanta lo del bocata. Esta bien saber que el aluminio va al amarillo, yo lo solía tirar al normal.

      Los alimentos trangenicos pueden ser una buena idea para eliminar propiedades perjudiciales o mejorar genéticamente alimentos, pero ya me dí cuenta de la pasta que está en juego por tema de derechos y demás. Hay que sacar tajada. Además también se pueden esterilizar las semillas para que se siga dependiendo el productor y no se puedan plantar sus propias cosechas.

      En el caso de los ebook creo que puede compensar, sin embargo sí que es cierto que cada día generamos más basura electrónica, que no es tan fácil de reciclar.

      • María Puente dijo:

        No sé, a mí me cuesta tener un criterio claro sobre estas cuestiones. Y casi nunca soy tajante porque no tengo ni idea en dónde está la razón. Dicen que los transgénicos se cargan los cultivos orgánicos porque el polen flota y se extiende. Así que no parece tampoco algo que se pueda elegir. Si tu cultivo es orgánico, pero a tu alrededor se planta transgénico…Qué lío. Por cierto, las bandejitas esas blancas del super, que sirven para envasar pechugas de pollo, lomo etc, también se reciclan en el contenedor amarillo 😉

  3. Robi dijo:

    Me quedo con esta frase: recordemos que el ser humano vive primeramente del aire y del agua que nos proporciona el planeta, no de billetes verdes de papel. Pero nos han enseñado que es mas importante el verde del papel que el de nuestro planeta por eso es muy importante enseñar a nuestros hijos y volvernos a educar a nosotros para que eso cambie……….

    • Iciar Echebarria dijo:

      Definitivamente la educación es nuestra llave para el cambio y para la transformación de la sociedad. Como lo ha sido a lo largo de los siglos. Debemos concienciar a nuestros hijos del valor del planeta para que ellos no cometan los mismos errores que nosotros. En cuanto a la reeducación propia, también es necesaria, pero más difícil si cabe. ¿Cómo crees que deberíamos comenzar?

  4. Alberto dijo:

    Si invertimos en el planeta todos salimos ganando.

    • Ivan dijo:

      Resulta esperanzador, pero dudo que solamente con eso se puede convencer a empresas y multinacionales para que cambien su modelo de producción…

  5. Mikel dijo:

    En mi opinión el problema de la insostenibilidad de este sistema en el que vivimos, es que todos estamos concienciados, con el problema de que los recursos naturales son limitados y que si continuamos por los mismos caminos generaciones futuras no van a conocer el mundo en el que nosotros vivimos actualmente. Pero no actuamos. Los gobiernos de diferentes países también coindiden que la situación es extrema y que politicas más estrictas podrían ayudar a cambiar lo inevitable. Pero, a pesar de estar todos de acuerdo en que debemos cambiar nuestros hábitos y costumbres de consumo, ¿ qué gobierno endurece sus políticas si sabe que es negativo para las inversiones en ese país? y,¿cúantos de nosotros estamos dispuestos a sacrificar nuestro bienestar por un mundo más verde?

    • Iciar Echebarria dijo:

      Tienes toda la razón. Al ser humano siempre le ha costado implantar políticas de «prevención». Siempre se nos ha dado mejor arreglar lo estropeado que intentar que no se estropee. En todos los sentidos, hasta que no palpamos el peligro real, no actuamos. Muchos fumadores dejan de fumar cuando tienen los primeros síntomas de enfermedad (algunos ni eso), dejamos de comer cosas insalubres cuando nos pasan factura, tenemos más cuidado al volante tras nuestro primer accidente… Parece que hasta que no pasa algo, nos creemos inmunes…

    • Ivan dijo:

      Hay veces que se puede decir que de los errores se aprende y no volver a caer en la misma piedra, pero otras veces es mejor actuar con tiempo y evitar males mayores que luego no podremos solucionar. Esperemos que no sea demasiado tarde y todavía estemos a tiempo de dar marcha atrás, o al menos desviarnos.

  6. Yolanda dijo:

    El problema es que, si bien la economía verde está poco definida (un concepto ambiguo, como dices en tu post), la economía convencional está aún peor y tampoco se sabe cuáles son sus intereses, al margen de ganar dinero a expuertas, naturalmente. ¿Habrá llegado la hora del «decrecimiento», de dejar de lado el crecimiento económico para hablar de verdadero desarrollo?

    • Iciar Echebarria dijo:

      Interesante debate el que planteas Yolanda. La dicotomía entre desarrollo y crecimiento económico. ¿Hablamos de lo mismo? Vivimos en el mundo de los ránkings económicos, donde el país con más PIB es más «desarrollado» que los demás. Pero, como bien decía ayer Francisco Álvarez, un país que tiene más PIB porque vende armas ¿eso es admirable? ¿es un país más «desarrollado»? un país donde todavía existe la pena de muerte ¿es desarrollado?

  7. Ivan dijo:

    «Porque queridos lectores, recordemos que el ser humano vive primeramente del aire y del agua que nos proporciona el planeta, no de billetes verdes de papel.»

    Leyendo la conclusión final del tema me ha vendió a la cabeza un comentario que escuche el otro día que decía que dentro de unos años el dinero podría no tener valor, y que lo realmente importante serían las plantas, los animales, la comida, la bebida… Porque no puedes comerte los billetes, ni tragarte las monedas (y pretender seguir viviendo). El dinero tiene el valor que nosotros, o el sistema le dé.

  8. Ivan dijo:

    Otra cosa que se me ha olvidado añadir es que dejemos ya de fustigarnos con que tenemos la culpa de todo. Si que hay un problema en la sociedad, y es que en el modelo capitalista, mercantil en el que vivimos lo que impera es el dinero. Las empresas están creadas para ganar dinero, que aunque parezca obvio me parece que a veces se nos olvida. ¿Tenemos nosotros el poder de cambiar el modelo de producción de Repsol (por decir una petrolera pequeña)? Puede que la opinión pública tenga algo de valor, pero no es la primera vez que se hecha atrás un plan para luego llevarlo acabo por la puerta de atrás cuando no hay tanto revuelo. Con esto tampoco quiero decir que no podamos hacer nada, pero tampoco que parezca que no lo hacemos porque no nos apetece, porque si quisiéramos…

    • Iciar Echebarria dijo:

      Pero al final el pueblo es responsable de lo que consume ¿no? Y las empresas se guían por lo que se consume. Tenemos el poder de decidir sobre nuestras pautas de consumo, que son las que guían a las empresas. Si ahora mismo todos dejásemos de utilizar el coche hasta para comprar el pan, como muy bien ha dicho Miriam, ¿qué ocurriría?

      • Ivan dijo:

        Es verdad que podemos usar menos el coche en algunas situaciones y ahorrar en combustible. También podemos conducir a 90km/h que gasta menos que ir a 120km/h. Sin embargo, en muchas ocasiones seguimos dependiendo del coche para ir a trabajar, de vacaciones o lugares a los que no se nos hace fácil llegar en bus o metro.

        Hay sectores estratégicos como la electricidad y el petroleo de los cuales dependemos y no nos es tan fácil prescindir de ellos. Como consumidor puedes ser más responsable y ahorrar en casa: no dejar aparatos encendidos, utilizar electrodomésticos de bajo consumo… pero sigues dependiendo de la electricidad para vivir en casa.

        Por ello, creo que si podemos tomar acciones para frenar nuestro consumo, pero para ver grandes cambios hace falta que tanto gobiernos como empresas tomen líneas de acción que nos permitan la transición a modelos de consumo más verdes y sostenibles.

  9. loretahur dijo:

    Aquí comentan que el país que lidere la tecnología renovable liderará la economía mundial. La clave en el futuro estará en la autosuficiencia energética para no depender de terceros países que marcan agendas económicas http://bit.ly/IT7JHP

    • Ivan dijo:

      Supongo que como en todo será por falta de dinero, ¿pero porque España deja de impulsar las energías renovables mientras otros países como Alemania hacen justo lo contrario? ¿No es pan para hoy y hambre para mañana?

      En cualquier caso, estoy de acuerdo en que cuando los recursos energéticos escaseen, el país que mayor desarrollo consiga en este terreno tendrá ventaja sobre el resto. Depender energéticamente de otro país no es política ni económicamente favorable.

  10. Ivan dijo:

    Me parece que se puede hacer una semejanza con el tabaco, alcohol u otras drogas y hábitos de vida no saludables. A corto plazo no sufres los efectos y te importa más el beneficio o placer que te supone (por ejemplo, pagar menos en la factura eléctrica). Sin embargo, en un largo plazo que puede no preocuparte ahora, surgen problemas en tu salud que te perjudicarán (acabamos con los recursos naturales).

    He querido hacer esta comparación para que se vea un patrón para que se vea que no solo en este caso, sino en más aspectos de nuestra vida realizamos acciones que nos reportan placer a corto plazo y que dejamos los problemas a largo plazo en un segundo plano.

    • Iciar Echebarria dijo:

      De hecho, el cortoplacismo es un gran estigma de nuestra sociedad que se practica en todos los ámbitos y una mirada totalmente miope de la realidad. Se practica en el ámbito empresarial, social y también, como dices, a nivel personal.
      Muy interesante tu aportación Iván.

  11. Gonzalo dijo:

    Estoy de acuerdo con Amaia. Creo que es mucho más complejo de lo que parece puesto que con energías renovables no creo que pudiéramos seguir el ritmo de consumo energético que tenemos. Yo creo que deberíamos pararnos un poco, y empezar a establecer prioridades. ¿Qué es lo realmente importante?

  12. Eider dijo:

    coincido con Amaia. Siempre es mas fácil echar balones fuera y culpar a los demás de los problemas que en cierta medida nosotros mismos hemos creado. Estas «soluciones» a corto plazo que las Naciones Unidas en este caso promueven, no son mas que un consuelo de tontos que ciertamente funciona. En mi hubilde opinión en las circunstancias en las que se encuentra nuestro planeta, serían necesarias medidas realmente drásticas y no creo que nadie este por la labor, tampoco el ciudadano de a pie. Nos hemos vuelto en una especie demasiado cómoda aunque muchas veces sobrecogida por problemas de ámbito social-económicos que no dejan espacio para mas preocupaciones. Esta claro que es difícil a quien culpar pero lo que esta claro es que la solución esta en manos de todos.

  13. Iván González Cano dijo:

    Tambien pienso que hay que marcar un camino por el que desarrollar las energías renovables. Es necesaria investigación para buscar medios de fabricación más eficientes y un impulso por parte de los países soberanos para la expansión de estas fuentes de energía. Sin embargo, sin la colaboración del sector privado este esfuerzo no es suficiente. Ya se utilizan algunas fuentes como la eólica y solar, pero sigue habiendo una dependencia de otras como carbón, petróleo, núclear… que siguen siendo necesarias porque las renovables ni son constantes ni suficientes. ¿Es posible buscar un equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad? Los recursos de los que dispone el planeta no son infitios, así que espero pensar que algún día nos veamos obliados a que así sea.

    • saranievas dijo:

      Como dices Ivan, yo también creo que necesitaríamos dar un impulso a las renovables. Y si ahora no podemos depender exclusivamente de ellas, intentar a medio plazo ir estableciendo los pilares del auto-abastecimiento energético por mediación de fuentes renovables.
      No obstante, para ello necesitamos empezar por la educación de la sociedad y de los gobiernos, sumisos a las presiones del lobby energético. Necesitamos apoyo de la sociedad y compromisos individuales de cada uno de nosotros para que podamos sembrar las semillas de un futuro más sostenible.

      http://www.tirandodados.com

  14. MIRIAM SASTRE dijo:

    Me parece muy interesante este debate, pero debemos tener en cuenta que, en el modelo en el que vivimos los países ricos, difícilmente nos va a permitir transformar el modelo productivo actual, ya que, YA ES TARDE. Estamos acostumbrados a tener electrodomésticos inservibles en casa, a usar el coche hasta para ir a comprar el pan y, algunos, incluso, a no preocuparse ni siquiera de reciclar “porque esto no tiene solución” (claro, si todos hiciéramos así…)
    Personalmente, yo preguntaría: ¿qué pasa con la construcción de transportes militares y armamento? Porque la industria bélica mueve muchísimo dinero, pero aún consume más recursos y desde luego, destroza recursos naturales, pero, claro, igual papa EE.UU. no nos deja hablar del tema.
    Además, mejor dejo de lado “el poder de las corporaciones”, o ¿acaso alguien cree que un gobierno puede permitirse ponerse en contra de las grandes corporaciones? ¡No seamos ingenuos!
    En definitiva, yo creo que la “economía verde” puede ser una idea bonita y atrayente, pero no deja de ser más que una utopía.

    • Iciar Echebarria dijo:

      Hola Miriam, gracias por dedicar un tiempo a comentar en este tema. Es interesante lo que planteas de la industria armamentística, desgraciadamente con tan hondas raíces en nuestro mundo hoy en día. Merecería un post ese tema por separado. Es improbable que de un año para otro cambie cómo está configurado este sistema. Pero confiemos en la progresividad de los cambios. Poco a poco y gradualmente, el ser humano se tendrá que dar cuenta de que las armas son inservibles, de que solo destruyen y destruyen. Además, como bien dices, se debería eliminar esa dependencia del gobierno hacia las corporaciones. Porque gobernar según dicta el mercado, nos lleva de nuevo a la ley de la selva en su estado puro.

  15. Alazne Rementeria dijo:

    Yo no sé si nos nos damos cuenta o no nos queremos dar cuenta. Creo que la filosofía de muchos es ¿para que me voy a contener hoy, si las consecuencias medioambientales las van a sufrir otros? Es decir, al ser un proceso «lento» el deteoramiento, no nos parece tan real como el fajo de billetes que tenemos en la mano.
    Y así vivimos en la sociedad del despilfarre, del todo se compra y se vende..
    El primer paso sería una reestructuración de la mentalidad humana, hacerla entender que está construida en valores erróneos.

    • Iciar Echebarria dijo:

      Efectivamente Alazne. Yo misma he oido esa frase parecida de ciertas bocas a tiempo real. Somos producto de nuestra historia y décadas de pensamiento neoliberalista e individualizador nos han traído hasta ahora. La pregunta es ¿por dónde empezamos a reestructurar la mente humana? ¿Es posible que seamos tan egoístas y me atrevería decir hasta inhumanos?

  16. Dafne dijo:

    Tal y como dice Iciar, es cierto que cada país debe olvidar su soberanía e intereses por un momento y centrarse en garantizar un destino común. ¡Esperemos que ese momento sea la cumbre de Río+20!
    En mi opinión una economía «verde» que promueva la creación de empleos «verdes» fuera del sistema capitalista actual es una de las alternativas para hacer frente a esta crisis que afecta a los 3 pilares de la sostenibilidad. Debemos tener en cuenta que algunos empleos pasarán a ser dispensables, pero no por ello las capacidades obtenidas en estos empleos deben ser olvidadas, si no moldeadas para adaptarse a un nuevo modelo económico, no basado en la explotación de recursos naturales y humanos.

    • Iciar Echebarria dijo:

      Gracias Dafne por comentar este tema que a todos nos afecta. Efectivamente, una economía «verde» y «sostenible» de verdad basada en la no explotación de recursos y garantizando el valor propio de estos recursos sería una posible solución.
      La cuestión es ¿quién gestiona este modelo de economía verde? Puede que la actual propuesta de los países occidentales no sea más que un disfraz del mismo sistema que se ha llevado hasta ahora, donde siguen ganando los mismos. ¿Quién gobierna al gobernador?

  17. nat dijo:

    Me ha parecido muy interesante, sobre todo las últimas reflexiones. Hace poco leía uno de esos datos que dan tanto que pensar pero que muchas veces caen en el olvido «No hay más que considerar los datos de la “huella ecológica”: Si todos los habitantes del mundo consumieran lo que un español medio, serían necesarios tres planetas como el actual; entre cinco y siete si se toma como patrón un norteamericano medio, y cuatro veces un ciudadano noruego.
    Tiene «gracia», además, que los países del sur, donde menos ataques directos hay contra el medio ambiente, sea donde más van a sufrir las consecuencias de los actos de los países, en teoría, desarrollados.
    Estoy muy de acuerdo contigo y creo que con el modelo de consumo que tenemos hoy en día, en países del norte mayoritariamente, es muy difícil que la economía verde logre los objetivos que se plantea. Urge un cambio de mentalidad.

  18. Izas dijo:

    A mí parecer, la economía verde es un buen plan para crear empleos y, así mismo, incrementar la economía del país que proporciona esas actividades. Para nada creo que se pase por alto el respeto hacia la naturaleza, simplemente es una manera más entre tantas de generar cierta riqueza y desarrollo social. Creo que las metas de este tipo de economía están claras y dudo mucho que a esto se le pueda llamar mercantilizar la tierra… Al igual que se explotan otro tipo de economías, hemos de aprovechar también esta.

    • Iciar Echebarria dijo:

      Gracias Izaskun por comentar. Echaba de menos alguna opinión defensora de la susodicha «economñia verde». En verdad, si realmente esta economía fuere una economía sostenible, que respetase los recursos y los redistribuyera de una manera justa y equitativa, sería la primera en defenderla. Pero este tipo de economía puede ser solo una máscara del mismo sistema llevado a cabo por los países ricos. Precisamente creo que no se presentan medidas concretas ni el espíritu verdadero de la idea. Se han limitado a añadir «verde».

  19. Iker Ormazabal dijo:

    Hasta el momento no conocía muy bien el significado de «economía verde», pero según he podido leer por ahí se trata de un nuevo modelo económico que se está desarrollando en contra del modelo actual de economía «negra» basada en carburantes fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. El modelo de economía verde se basa en el conocimiento de las disciplinas de economía ecológica y economía verde, que se ocupan de la interdependencia de las economías humanas y los ecosistemas naturales y el impacto adverso de las actividades económicas en el cambio climático y el calentamiento global. Por lo que he leído, este modelo ha calado ya sobre todo en los países nórdicos (bajo mi punto de vista mucho más sensibles a todo el tema ecológico y medioambiental), personalmente pienso que será de difícil aplicación en nuestro país y algunos otros países, donde, hoy por hoy, todavía no existe una conciencia medioambiental clara, ni un mínimo de respeto por la naturaleza. En nuestro caso creo que los intereses individuales están por encima de los intereses colectivos,sociales, y medioambientales.En esto también los del norte nos llevan ventaja.

  20. Adolfo Echebarria Sanz dijo:

    Me gustan los comentarios y reflexiones de Iciar Echebarria. Por desgracia, muchas multinacionales actúan sin escrúpulos y no tienen en cuenta para nada la grandeza de maravilla de nuestro planeta. Creo que tiene que haber cambios radicales en ese sentido para disfrutar y poder convivir dando lo mejor para que la naturaleza de las personas y de nuestra tierra estemos mas unidos y solidarios.

    • Amaia dijo:

      Es muy fácil condenar a las multinacionales, pero no hay que olvidar que somos nosotros con nuestros hábitos de consumo los que alimentamos esta economía «negra». Si esperamos a que las multinacionales empiecen a solucionar el mundo nos quedamos sin planeta. El cambio radical que mencionas debe salir de nosotros. Sin embargo, estamos acostumbrados a ciertos «lujos» a los que nos costaría mucho renunciar. Un ordenador, por ejemplo, o un smartphone, soportes sin los cuales sería posible este debate, este flujo maravilloso de ideas e información, generan muchísima contaminación, pero, ¿estamos dispuestos a renunciar a ellos?

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